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Rumbo a Rusia 2018: Farfán y Ramos “¿Negros tenían que ser?”

Farfán, Advíncula, Ramos, Carrillo, Gallese y el mismo Paolo Guerrero, son algunos de los jugadores afroperuanos más visibles que conforman el seleccionado nacional

Publicado: 2017-11-17

Farfán, Advíncula, Ramos, Carrillo, Gallese y el mismo Paolo Guerrero, son algunos de los jugadores afroperuanos más visibles que conforman el seleccionado nacional y responsables de llevar al Perú a un Mundial de fútbol luego de 36 años. Cubillas, Uribe, Velásquez, entre muchos otros “negros” también lo hicieron en su histórico momento.  

Expresiones como “bien mi negro lindo”, “te amo negro farfán”, “vamos negrito” antes, durante y al finalizar el partido contra Nueva Zelanda se leían de manera escandalosa en las redes sociales y resonaban afónicamente en las tribunas del estado nacional. El color de la piel jugaba su partido aparte, y fue resaltado de manera positiva y alentadora en muchos hogares, restaurantes, parques y en la misma Plaza de Armas de Lima, situación muy diferente a lo ocurrido con el ex seleccionado Andrés Mendoza, ante el tan penoso y recordado fallo del gol contra Ecuador en las eliminatorias de Alemania 2006. “negro bruto” “negro tenías que ser” “negro malo” por solo considerar los adjetivos más favorables durante el cargamontón del llamado “Condor” Mendoza. Una muestra de cómo la condición étnica racial del jugador de futbol es utilizada para descalificar o justificar manera negativa los errores de un afrodescendiente en la cancha de futbol.

Posiblemente, si Farfán, de quien no es casualidad que tenga el apelativo de “la foquita”, o Ramos, ahora conocido como “la sombra”, o cualquier otro afroperuano de la selección nacional, hubiera fallado una clara ocasión de gol para el pase a Rusia, hubiera corrido la misma y terrible suerte de Mendoza, las redes sociales inundadas de hashtag como #negromalo #negroyapasaronlas12 #negrotalporcual, además de gritos racistas de los cientos de miles de Peruanos, convirtiéndose así en un nueva avalancha de insultos directos e indirectos a la población afroperuana como supuestos responsables de la no clasificación a la contienda mundialista.

Sin embargo, sería impensable que esos mismos hinchas gritasen al televisor “blanco malo”, “blanco tonto” o “blanco tenías que ser”, no existe carga negativa en lo “blanco”, por el contrario, desde la colonia el color blanco fue considerado como superior frente al resto de las tonalidades de piel, lo que constituye una clara muestra de que aún seguimos valorizando a las personas por su melanina/fenotipo y que la identidad étnica indígena y afroperuana tiene una carga social particular, principalmente negativa, lo que nos refleja el racismo todavía encarnado en nuestra sociedad que nuestro país diverso, pluricultural y multiétnico, a pesar de los esfuerzos gubernamentales, no ha logrado superar.

El racismo interiorizado todavía se encuentra presente y muchas veces de la manera más hipócrita y disimulada. Aplaudimos cuando un “Negro” anota un gol, pero muchos no los contratarían en puesto de atención al público aludiendo “buena presencia”; cantamos “y se llama Perú” con el fondo musical del famoso afroperuano “Zambo Cavero” y aún muchas personas siguen pensado que los “negros” son más sospechosos para cometer un crimen; bailamos “Festejo” y música afroperuana para sentirnos orgullosos de nuestra patria, pero todavía se prefiere a personas afrodescendientes como botones en costosos hoteles de Miraflores o como cargadores de ataúdes, aludiendo “elegancia” cuando no es más que una réplica de lo nefasto de lo que fue la época colonial. El racismo está presente.

Hoy festejamos dos goles de dos peruanos, Farfán y Ramos, dos afroperuanos que se fajaron por el este Perú, un Perú racista pero que aun así aman y entregarían hasta la última gota de sudor para demostrarlo. Guerrero, Farfán, Tapia, Aquino, Rodríguez, Polo, Ramos, Gallese, Carrillo, Flores y cómo no el risueño Advíncula, (por citar a algunos jugadores que han venido siendo titulares en la selección peruana de fútbol) han demostrado coraje, inteligencia, serenidad, solidaridad, empatía y fortaleza mental para poner con el corazón en un puño a 31 millones de peruanos. Por tanto, todavía falta una victoria más, quizá más importante, ganar el partido contra la exclusión, los prejuicios y nuestros estereotipos internos que sin darnos cuenta siguen manteniendo a la población afroperuana en situaciones desfavorables frente al resto de la población. Un partido que estos muchachos nos han enseñado que se puede ganar.


Escrito por

Marco Antonio Ramírez

Abogado. Afroperuano. Esp. en Políticas Públicas para la Igualdad y la no Discriminación. marcoantonioramirezsh@gmail.com @elafroperuano


Publicado en

Reflexiones de un afroperuano

500 años de esclavización a nuestros ancestros. A ellos honro en estos textos.